Pronto le empieza a ser familiar la música ya que su padre, empleado de telégrafos, tocaba flauta y con frecuencia reunía en casa otros músicos para tocar choro. Aprendió pronto flauta y cavaquinho y siendo bien niño ya acompañaba a su padre a tocar en bailes y fiestas. Con 14 años empieza a hacer sus propias composiciones. Siendo aún un muchacho, empieza a tocar en teatros de revista con grupos y orquestas. A los 20 años funda su propio grupo y graba dos obras compuestas por él, Rosa y Sofres porque queres. Excelente flautista se le llama para tocar en cines, cabarets, teatros, cada vez con más éxito, lo que le lleva a viajar a Europa, tocando durante seis meses en París, con su afamado grupo Os Oito Batutas. De vuelta a Río, organiza una orquesta para realizar grabaciones con loa que trabaja especialmente los arreglos de los temas. En 1928 graba con esta orquesta Carinhoso, que se convertiría en un clásico de la música popular brasileña. En 1932 funda el conjuto Os diabos do Céu, para grabar en RCA Victor. Fundó también las orquestas Grupo da Guarda-Velha y Orquestra Columbia de Pixinguinha. A partir de 1946 cambia la flauta por el saxofón. Durante los años 30 y 40 grabó duetos com el flautista Benedito Lacerda (tocando tanto flauta como saxofón) que hoy día son básicas en el repertorio del choro. Por recomendación de Villa-Lobos, en 1940 es el responsable de la selección de músicos populares que grabarían la selección de música para el maestro Leopold Stokowski destinada a divulgar la de música brasileña en Estados Unidos. Autor de sambas, valses, polkas y tangos, son sus choros los que le dieron un gran renombre considerándosele hoy día un gan genio de la música brasileña y mundial. Su aportación cambió el rumbo de la música en Brasil, cambiando la forma de hacer orquestación y arreglos que se hacía hasta entonces.
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Nacido y fallecido en Río de Janeiro, debe su apodo a su abuelo que le comenzó a llamar de niño "pizindim" (buen muchacho, en dialecto africano).